La secta menonita llegó desde Bolivia a Ucayali hace aproximadamente 5 años, en el 2016, asentándose en el distrito de Masisea. Su interés era establecer una nueva colonia en la selva, donde pudieran implementar su modelo de desarrollo agropecuario. Este modelo consiste en agricultura de alta intensidad, para lo cual usan maquinaria agrícola y agroquímicos. Los menonitas son famosos por ser muy unidos pero cerrados ante grupos externos. Hablan un dialecto alemán entre ellos y prefieren mantenerse sin mayor contacto con la sociedad externa.
Para ubicarse en Masisea lograron, a través de mecanismos aun en investigación, la compra de tierras “libres”, que aparentemente estaban en posesión y propiedad de agricultores locales.
Finalizada la compra venta, los menonitas establecieron su nueva colonia, trayendo a sus familias y nuevos migrantes, entre los que organizadamente repartieron los terrenos. Pronto, con la llegada de tractores y otra maquinaria pesada, realizaron el desbosque de la zona y empezaron con la siembra de sus cultivos: soya, maíz, pastos, arroz, entre otros.
Los menonitas adquirieron aproximadamente 2000 hectáreas de tierras, pero una buena parte de ellas pertenecían a las comunidades nativas Caimito, Dinamarca y Buenos Aires. La compra venta, registrada en Registros Públicos, demuestra que la venta se hizo por parte de exautoridades municipales, algunos agricultores locales y exfuncionarios de la misma Dirección Regional de Agricultura. A finales de 2020, las comunidades pudieron finalmente desarrollar las labores de georreferenciación de sus terrenos y corroboraron que los menonitas se habían instalado y deforestado más de 800 hectáreas de terrenos, muchos de ellos, dentro de tierras comunales.
Los menonitas están intentando llegar a acuerdos económicos con las comunidades para detener los juicios por invasión y usurpación de terrenos comunales, y se vienen moviendo legalmente para evitar el pago de una multa millonaria impuesta por la GERFFS Ucayali.